- ¿y cómo puedes estar tan segura de que me quieres?
- No, no sólo te quiero. No se trata de eso. Sé que estoy perdidamente enamorada de tí.
- Vale, lo que sea... ¿cómo puedes estar tan segura?
- Es sencillo. Lo sé porque cuando estoy contigo, no deseo estar en ningún otro lugar.
- Pero eso no significa nada...
- Piénsalo. Eso significa todo.
- ¿Azúcar?
- Dos.
jueves, 7 de octubre de 2010
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3 comentarios:
Muy poca azúcar, para mi gusto, claro.
Tres raya en la perversión... ¿te atreves?
Mal, muy mal. El café solo, como los machotes. El azucar para los postres.
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