Pues sí.
Lo reconozco.
Hay cosas que me molestan profundamente, cosas que me sacan de mis casillas (incluso de la segunda residencilla), que hacen aflorar lo peor de mí (no, no hablo de aquella camisa que me hice coser a medida con el cuello modelo "teticas de cabra", no...), y tengo que hacer un gran ejercicio de autocontrol para no agredir a nadie (también debería hacer un gran ejercicio, así, en general... pero de momento paso).
No soporto muchas cosas (debe ser la edad, aunque seguramente haya un umbral de la tolerancia, porque si no no se explica un mayor número de "serial killer" otoñales), pero si algo me pone especialmente nerviosa son los caprichos de la moda secundados por millones de personas que parecen, incluso, contentas.
Por ejemplo: las bailarinas para ir por la calle (las zapatillas, no las personas). ¿POR QUÉ? ¿qué necesidad tiene nadie de sentir cada irregularidad del terreno? y si es así, ¿por qué los TEDAX no las han adoptado para desactivar bombas con los pies? que yo creo que con unos pequeños ajustes incluso puedes llegar a palpar si el cable a cortar es rojo o azul.. y ya llegados a este punto, mejorar el diseño confeccionándolas con piel de clítoris de ballena, para que sean más sensibles, ¿no?
¿por qué triunfó un calzado que crea el indeseable efecto "pierna de cerda" en cualquiera que las lleve?
Otra prenda incomprensible son las sandalias de cuello vuelto de este verano. A ver, si llevo los pies al aire es porque tengo calor en los pies... ¿para qué quiero abrigarme el tobillo? ¿no es síntoma de una extraña enfermedad mortal de necesidad sentir frío en el tobillo mientras el pie arde?
Y ya, el sumum de la perplejidad me sobreviene cuando un año tras otro encuentro entre las prendas veraniegas/invernales (estas ya no se sabe dónde ponerlas) el jerséy de lana de cuello vuelto SIN MANGAS (¿?).
Por favor, que alguien me ilumine porque no consigo entender cuándo he de ponerme esto... ¿qué tipo de clima esquizoide ha de hacer para que un dia salga a la calle y piense "qué suerte que hoy llevo el jerséy de lana sin mangas... menos mal!"?
Y eso.
Estoy condenada al ostracismo fashion.
Lo asumo con estoicismo (que debe ser uno de Estocolmo. De toda la vida).
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