jueves, 22 de mayo de 2008
Anti-age a destiempo
Queridas todas (sí, hoy amigas va por vosotras),
Hoy he vivido una experiencia nueva, he entrado en un estrato superior... hoy he sido invitada (vaaaale... habían invitado a mi madreee...) por una firma cosmética a la presentación de una crema. Eso sí, con pequeña charla-coloquio al principio pero con final feliz (o sea, canapeses y regalito de potingues).
Me he empezado a dar cuenta de que algo no cuadraba del todo cuando, al sentarnos para escuchar la charla, todas tenían una media de 40 años más que yo. Por lo menos. Eso sí, todas iban perfectamente maquilladas (o embalsamadas en algunos casos...).
El misterio se ha revelado enseguida: La crema era antiedad. La crema, desgraciadamente, llegaba tarde para todas ellas (alguna me ha clavado la mirada y casi podía leer en sus labios "sálvate tuuuuu... que todavía estás a tiempoooo, que en tus arrugas aún no puedes guardar el cambiooo!"). Después de una mini conferencia en la que primero una chica nos explicaba que dormir era super buenísimo para la piel (aunque en sus ojos se leía "pero ustedes no duerman demasiado, que les quedan horas de vida...), y que si dormíamos mal -todas decían dormir mal. Se ve que son vecinas del mismo bloque construído sobre un antiguo cementerio indio-, La Crema Milagrosa nos dejaría la cara como el culito de un bebé (espero que tersa y no cagada...), pasaba a hablarnos otra chica de piel porcelánica de las virtudes de la crema antiedad, que a ella le había ido tan bien... a sus tiernos 25 años.
Al final han cometido el terrible error, ambas, de decir aquello de "si alguien tiene alguna pregunta. Y sí, la ha habido. Y mira que no era de física cuántica la conferencia... mira que era sencilla...
Una señora (o especímen añoso de loro adulto) ha levantado dubitativa la mano y ha preguntado "pero... ¿la crema da sueño?"
SÍ, señora, si usted se golpea en la sien con el frasco, le dará sueño.
El tema canapés mezclado con señoras mayores es tema a tratar aparte. Qué capacidad de comer, qué placajes delante de las bandejitas... qué bolsos más grandes llevaban todas!!
YO, por si las moscas, voy a ponerme mi cremita anti-age, no vaya a ser que esta noche no consiga conciliar el sueño reparador que mi piel necesita. Y eso, yo ya no lo permito.
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