Este año, como los anteriores (no sé cuántos... pero casi 20, seguro), he vuelto a hacerlo, para solaz y regocijo (desolación, traducido del "ana" al "humano común") de mis queridos amigos.
Sí, la Tarta-Engrudo ha vuelto a hacer su brillante aparición justo ese dia! (sólo se le avista una vez al año... dos sería mortal de necesidad).
Nada me va hacer flaquear, ni las absurdas críticas (que si te ha quedado algo empalagosa, que si creo que tengo un shock hiperglucémico, que si no veo... que si he perdido varios empastes... nah, lo dicen para que no se me suba el éxito pastelero a la cabeza, lo sé...), ni los comentarios dudosos (que si yo pensé que habían retirado ya todo el chapapote, que si sobra, me pongas un poco para llevar, que hay unos socavones en mi calle, que si esto en otras culturas se llama adobe y hacen casas... envidia, es lo que veo yo, mucha envidia porque no les doy la receta!).
Así es que, amigos, no os preocupéis... el año que viene ELLA volverá a aparecer, que nada me gusta más que veros felices... y callados (yo creo que por la emoción. No me creo lo que me decís que con ella en la boca, no podéis separar las mandíbulas... es la emoción que os embarga, seguro... que hasta alguna lagrimita he visto yo...)
VIVA LA TARTA ENGRUDO Y LA MADRE QUE LA AMASÓ!
