Queridos todos:
Alguna vez he fantaseado sobre cómo sería mi muerte, y siempre he llegado a la misma conclusión: si puedo elegir, espero que sea tardía y estúpida, y que los asistentes a mi funeral se rían y lloren a partes iguales...
Yo de mayor (a eso de los 98 años) quiero ser Premio Darwin. Sí. Porque la estupidez humana nos hace grandes. Porque es un acto de generosidad extrema el acabar tu vida (por ejemplo) como el cura volador... o mejor, como el tipo del cuál debió coger la idea, y que pretendía darle una sorpresa a su novia elevándose gracilmente con unos globos de helio sujetos a una silla de jardín, y pertrechado con una escopeta para provocar un suave y lento descenso... cosa que no sucedió ni de casualidad.
El tio, en cuanto soltó amarras, salió propulsado a gran velocidad en su silla de jardín (que ya es indigno...) y en unos pocos segundos había alcanzado los 5.000 metros de altitud, lo que le mareó poderosamente (ahora, a cada frase le meteré un "poderosamente", que lo sepáis) y le hizo perder puntería con la escopeta. Alcanzó a reventar una tercera parte de los globos y luego la escopeta se le cayó al mar. El tipo no se mató, aunque sí se metió en el campo aéreo del aeropuerto... y acabó enredado en unos cables de alta tensión. Un maestro, sí señor!
Yo, lo de los globos no porque ya está muy visto, pero algo se me ocurrirá... que aún me quedan unos añitos hasta los 98!
Siempre me he imaginado que me mataría un trozo de basura espacial, vaya usted a saber por qué. (vaya, vaya!)
(que no, que no voy)
O mejor: Rizando el rizo, quiero ser asesinada involuntariamente por impacto de cura volador, o lo que quede de él en órbita dentro de 66 años.
Hala, ya lo he dicho.
Y lo a gusto que se queda una... Porque alguna habrá que se quede a gusto, digo yo.
(¿y quién va a decir, si sólo puedo escribir yo aquí?)
(...)(sin comentarios) (que parece una invitación en alemán: Sinc Homen Tarriods!!)
(karrtofenn!) (volkswagen!)(au, pírense!)(que es adiós, ¿no?)