sábado, 26 de enero de 2008
snow-plof!
yo tenía todo el equipo. botas relucientes y nuevas, que combinaban a la perfección con mi canguro (super moderno, oiga) y mis pantalones nuevecitos... incluso los guantes combinaban!
alquilé mi tabla (que para mi solaz, combinaba con todo lo demás...!!), pagué un potosí por el forfait (¿qué narices quiere decir forfait?), había nieve y un solazo perfecto... todo parecía haberse puesto para mí, el dia perfecto!
no contaba con que hacer snowboard no es, ni por asomo, como montar en bicicleta.
o sea, que si hace seis años que no pones los pies en un artilugio pensado para matar, como es una tabla de snow, lo más probable es que aquellas clases que te dieron hayan caído en el olvido más absoluto.
mi dia de ayer podría resumirse en haber recorrido con el pecho, las rodillas, el culo, la espalda y la cabeza (se me metió nieve incluso en el sujetador... y arrastré por la ladera mis lorzas desnudas, que hoy tienen el aspecto de haber sido víctima de los zarpazos furibundos de un par de osos) toda la provincia de Teruel (existe, lo juro... yo he probado cada palmo de suelo!).
eso sí, en los escasos momentos en que despegaba la cara del suelo, hacía un dia precioso.
me duelen músculos que ignoraba tener.
si queréis hablar conmigo, os daré unas sencillas claves:
un parpadeo: SI
dos parpadeos: NO
eso sí, al final del dia CONSEGUÍ GIRAR!!!
(sólo en un sentido... en "modo peonza"... pero estoy muy orgullosa de mi logro!)
(el logro feroz)
(¿alguien me daría un par de clases de snow. por el amor de dior?)
(ay)
(ay)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)