domingo, 17 de mayo de 2009

Erecciones memorables



Yo, de verdad, cuando veo ciertas cosas pienso que estoy tirando mi vida por el retrete de la indiferencia, que hay gente que vive a tope, a lo loco, haciendo cosas que pasan a la posteridad todo el tiempo (incluso hay quien pasa a la posteridad antes de que le sirvan el segundo plato -perdón, no he podido evitarlo...-), mientras yo vivo mi vida llena de cosas cotidianas y normales, sumida en el sopor de lo ordinario.
Qué ordinariez.
El otro dia, paseando a Panchita, mi vida se desmoronó al encontrar la placa de la que he adjuntado foto más arriba. Ni más ni menos que conmemora el IV centenario de una erección.
(...)
Y entonces empiezan a asaltarme las dudas: ¿qué envergadura (mierdas, lo siento otra vez... pero no puedo parar!) ha de tener una erección para que sea recordada cuatrocientos años después? ¿mató a varios con ella? ¿qué tuvo de especial? ¿talló con ella la placa misma en la que se honra su memoria? ¿existe un tribunal que se persona si se le llama en un momento dado para juzgar si la erección de un momento dado -o pagado, que de todo habrá- merece una placa? ¿aprovechó convenientemente el dueño de la misma las ventajas de dicha erección? ¿por qué no se cita a la afortunada que tuvo El Gusto (porque tuvo que ser la leche -... nada, que no voy a poder parar...!-), así, con mayúsculas? ¿o es que se la nombra en placa aparte, y yo no la ví...? ¿hay un teléfono de la erección para ilustrar este interesantísimo tema... (no preguntaré con qué hay que marcar el número)? ¿existen placas conmemorativas de algún orgasmo femenino, o en esto como en todo todavía andamos con discriminaciones?
Pues eso.
Y sólo me resta pedir un VIVA LA ERECCIÓN!!... y que viva cuatrocientos años más!
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