lunes, 19 de enero de 2009
Deslizendose..
Esta semana, como habréis podido comprobar, en lugar de hacer el tonto por aquí, he decidido hacerlo por allí, vivir peligrosamente a bordo de una inestable tabla de snow (o-sea) montaña abajo.
Salvando las múltiples contracturas, distensiones y sobrecargas musculares (el último dia, y pese a compartir habitación con mozo de buen ver, no tenía fuerzas ni siquiera de hacer mi letal caidita de ojos, que por supuesto lo hubiese hecho caer irremediablemente en mis brazos mientras me jura amor eterno, como siempre.. lástima), mi semana ha sido perfecta, amenizada por un nutrido grupo de fornidos y simpáticos bomberos (sí, chicas, me fuí con 12 bomberos..) (también vino otra chica, pero por razones obvias la he eliminado de mi fantasía. Andará por ahí buscando su yo interno por la cara zen de la vida, levitando sobre montañas de tofu... Tao la tenga en su vegetariana gloria!)
Me gustaría poder decir que se deslizaron montaña abajo con el torso desnudo, lanzando alabanzas a mi sensual estilo y hermoso porte lozano, adelantándose lo suficiente para esperarme en el hotel con un caldito caliente, servido en el ombligo del que tuviese la suerte ese dia de ser el objeto de mi deseo... pero he de confesar que cuando ardió el primer ombligo, no tuve más remedio que tomar el caldito en el hueco de sus manos. Siento fastidiaros la fantasía.
El resto es rigurosamente cierto.
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