Ahí estamos, sí señor!
Por fin un invento útil a la humanidad! ¡un condón que sacará de dudas a muchas que hasta ahora se veían abocadas (ejem...) a dar las medidas de su partenaire de formas tan peregrinas como conteniendo una porción de aire entre las manos, tatuándose una cinta métrica en el antebrazo, o peor: sabiendo exactamente las medidas de su paladar, con tope en la campanilla (lo siento, tenía que decirlo o reventar. Y reventar me hubiese dejado la casa hecha unos zorros o raposas...)
Dejemos de un lado la hipocresía: a todos nos interesa ese tema... ¿o es que no habéis observado que TODOS los hombres saben cuántos centímetros le mide la palma de la mano? ¿qué pensáis, que es para poder dar todas las medidas del mundo en palmos...?
Ahora ya tenemos una herramienta útil, queridas.
Ahora podemos afirmar con rotundidad "TE LO JURO POR CONDOMETRIC", y saber que la medida tomada tendrá credibilidad planetaria.
Benditos diseñadores, que mejoran el mundo a condonazos!
Desde ahora, la palabra Metrosexual tiene una nueva dimensión.
La dimensión desconocida (también llamada "23cm")
