Queridos (así, en general... que aunque no sea por mí, alguien os querrá),
Hoy, al abrir mi correo algo ha despertado poderosamente mi atención -de natural dispersa, como bien saben los que me conocen... huy, una araña!-
Un mail venía con el siguiente enunciado (cambiaré los nombres para proteger su anonimato): Anton y Joel ahora son amigos.
¿cómo que AHORA son amigos? ¿habían discutido? ¿antes se odiaban a muerte? ¿uno de ellos mató al padre del otro con una katana? ¿incluso con un hacha? ¿QUÉ HA PASADO EN MI AUSENCIA, PARDIEZ? ¿PARONCE?
Pues se ve que no. Mi gozo en un pozo: al parecer es el lenguaje que se utiliza en el FaceBook, y no implica dramatismo alguno. Simplemente Anton le ha dado a un botón (Anton sólo hace cosas que rimen...), y Joel ha decidido que él no iba a ser menos, y así se han fundido en un electrónico abrazo, jurándose amistad eterna hasta que el bajón de tensión les separe.
No el suyo, si no el de la corriente eléctrica, se entiende. O no se entiende, que siempre cabe la posibilidad.
Qué decepción, oiga.
(...oiga...?) (¿¿oigaaa!!!??)
(no oye)
lunes, 27 de octubre de 2008
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