viernes, 18 de abril de 2008
Sombra aqui, sombra alla
Sí, voy a actuar como una persona de mi edad (para solaz y regocijo de mi madre).
Sí, voy a dejar de parecer un chicazo para parecer, por fin, una mujer (complicado cuando tus rasgos te hacen parecer una eterna adolescente... soy la Ramoncina de Valencia -sin chaqueta de cuerto, pero todo se andará-).
¿Y cómo consigo eso... si no estoy dispuesta a caminar subida a unos taconazos de aguja, si mis vaqueros son una parte de mí... si yo corro mejor huyendo de un hipotético fuego si llevo bambas (ya lo dice la canción: "para bailar: LA BAMBA!"), si tengo camisetas de todos los colores del universo?
He encontrado una forma: AHORA ME MAQUILLO, AMIGOS... pero nadie me avisó de que esto es un arte que las mujeres no llevamos escrito en los genes!!
Yo, por mis propios medios, he conseguido extender uniformemente LA BASE, más o menos consigo ponerme el pintalabios (no los perfilo porque cuando los tienes como un entrecotte... y a no ser que me decida, por fin, a hacer la calle, prefiero darles simplemente "un tonito" -obsérvese que ya voy hablando como una verdadera mujer. Para el curso avanzado ya sólo he de comentar que esta camisa "me hace muy buena lavada", y ya me gradúo directamente en los 40!-... pero, ay amigas... ¿¿Y QUÉ HAY DE LOS OJOS?? ¿POR QUÉ NADIE ME EXPLICA, EXACTAMENTE, CÓMO SE PONEN LAS SOMBRAS? ¿DE QUÉ GROSOR HAY QUE PINTAR LA RAYA -Y DE QUÉ TONO- PARA QUE NO PAREZCA QUE EN CUANTO VUELVA A CASA ME VOY A SUICIDAR?
Se conoce que unos dias me encuentro generosa, y la raya cuenta con varios milímetros de grosor (por supuesto, nunca tiene los mismos un ojo y el otro...), con lo que al aplicarle la sombra, se me queda lo que yo llamo "la mirada del drama inminente".
En fin, que tiemble Max Factor (nombre molón), que llego yo.
Ana, ésa mujer... (que se pinta como una recién salida del psiquiátrico).
Qué difícil es (ser) parecer una mujer, leñe...
Como mujer, soy una mujer... Fatal. Pero fatal, fatal...!
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