Bueno, al insuflarle vida a mis rizos, lo que ha pasado es que se han independizado de mi voluntad y este es el resultado: ahora estoy más acompañada, pero no controlo mi leonina melena. Tiene su punto.. .-)
(Y sí, me divierto bastante, por lo general.. incluso jugando con el pelo me río) (ahora están entrando unos hombres de blanco con una camisa super bonita que se abrocha a la espalda que me dicen "ven"... ¿lo dejo todo?)
Bien, te sienta estupendamente ese desmelene. Y yo que me lo perdí anoche, que mi catarro me dejó durmiendo a las 9,30. Así pasa, ahora, sin las calles puestas, estoy como una rosa.
Ayer tarde me fui a las primeras entradas de éste, tu blog. "Genio y figura", sea de lana, de algodón o de poliéster. Es un gran enganche contigo, una enorme comunión profana. Y es que la inteligencia prende cuando brilla y contagia de ingenio la simplicidad de las horas.
Sí, Isabel, de vez en cuando me canso de mi recatada melena y decido parecer lo que soy: una loca asalvajada! Me encanta y me halaga enormemente que enganchen las tonterías de este blog que nació para contener mi verborrea... sin más ni más!
Tu relato nos resulta cercano a todos... también nosotros sufrimos en silencios las hemorroides de l@s peluquer@s. Yo también fui a la pelu esta semana: faena de aliño, no más.
Vos te lo buscaste. Sos tan belleza (de belleza reversible, o sea, por dentro y por fuera) que tuvimos que ponerte como primera mujer de nuestro Calendario Suspirelli.
Perséfone, me halagas y me sonrojas... aunque no sea yo tal belleza! en cualquier caso, disfrutaré un rato más del piropo de que me hayas exportado a tu cálido blog, antes de sacarte del error. .-)))
10 comentarios:
Qué modernos son en las peluquerias...
Me agrada como te desmelenaron, aunque ver no se como lo llevarás (pero te divertirás bastante "La").
Bueno, al insuflarle vida a mis rizos, lo que ha pasado es que se han independizado de mi voluntad y este es el resultado: ahora estoy más acompañada, pero no controlo mi leonina melena.
Tiene su punto..
.-)
gracias, bro!
(Y sí, me divierto bastante, por lo general.. incluso jugando con el pelo me río) (ahora están entrando unos hombres de blanco con una camisa super bonita que se abrocha a la espalda que me dicen "ven"... ¿lo dejo todo?)
¿Tienes plan hoy?, sino te llevarán a un sitio muy divertido donde hay más como nosotros...
mientras haya secador para despeinarme el pelo... voy!
Bien, te sienta estupendamente ese desmelene. Y yo que me lo perdí anoche, que mi catarro me dejó durmiendo a las 9,30. Así pasa, ahora, sin las calles puestas, estoy como una rosa.
Ayer tarde me fui a las primeras entradas de éste, tu blog. "Genio y figura", sea de lana, de algodón o de poliéster. Es un gran enganche contigo, una enorme comunión profana. Y es que la inteligencia prende cuando brilla y contagia de ingenio la simplicidad de las horas.
Reitero: olé por las desmelenadas.
Sí, Isabel, de vez en cuando me canso de mi recatada melena y decido parecer lo que soy: una loca asalvajada!
Me encanta y me halaga enormemente que enganchen las tonterías de este blog que nació para contener mi verborrea... sin más ni más!
PD: tú estás como una rosa siempre, me temo!
.-)
Tu relato nos resulta cercano a todos... también nosotros sufrimos en silencios las hemorroides de l@s peluquer@s. Yo también fui a la pelu esta semana: faena de aliño, no más.
Vos te lo buscaste. Sos tan belleza (de belleza reversible, o sea, por dentro y por fuera) que tuvimos que ponerte como primera mujer de nuestro Calendario Suspirelli.
Ay, qué placer que nos masajeen la cabeza.
Besos de bucles revueltos y libres.
Perséfone, me halagas y me sonrojas... aunque no sea yo tal belleza!
en cualquier caso, disfrutaré un rato más del piropo de que me hayas exportado a tu cálido blog, antes de sacarte del error.
.-)))
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