De tu espalda.
De nuestros pies..
Me enamoré de tu forma de mirarme justo antes de mirarme, de tus silencios, tu perfil romano, tu frente más que despejada, de mis dedos en tu pelo, de tu dramática forma de decirme "te necesito", de tu incapacidad para decirme "te quiero".
De un beso en el cuello, unas escaleras mecánicas y la mitar de un ascensor, de tu urgencia, tu paciencia, tus teorías absurdas, las historias que inventabas para mí, tu pastel de limón, tu chocolate negro, nuestro único encuentro en mil noches distintas, nuestro verano de noches incontables, nuestras mañanas de sábado, de una tarde de tres días, de tu forma de callarme, de la única vez que nos miramos, de todas las veces que nos vimos, tus camisas espantosas, de unas zapatillas bicolor... de tu voz en mi telefonillo diciéndome "soy yo", tu forma de decirme "no me mires así".
De mirarte así...
Me enamoré de quererte cada vez que fuiste Él.
lunes, 15 de noviembre de 2010
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3 comentarios:
Alto vuelo, Lana...
El próximo lo va a tener bastante dificil...
Volando voy... volando vengo.
La dificultad siempre es la misma, D.
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