Hoy, queridos, por fin puedo afirmar que soy una mujer completa. Me ha sido revelada La Verdad (así, a lo loco). Hoy ya sé cuál es el secreto de la Extrema Feminidad.
Sí, yo lo sé. Y lo pienso compartir, porque quiero que todas vosotras, amigas, podáis gozar conmigo de este descubrimiento (DE ESTE DESCUBRIMIENTO he dicho... no gozar sin más, ojo).
Queridas, preparaos porque no es fácil: todo radica en flexionar el brazo unos 90º (centígrados, que si lo flexionáis en Fahrenheit -¿¿dónde narices lleva las haches??-, os podéis hacer daño y vuestra feminidad se verá perjudicada), dejar la mano laxa, con la palma hacia arriba, como si de un momento a otro fuese a llover dinero pero tú sólo quisieses coger un poquito (porque no lo necesitas... porque eso llueve para la chusma), o en su defecto con el puño cerrado, pero siempre hacia arriba (como si de ese dinero que ya ha llovido, tú hubieses pillado un billete de 500€, pero no te importa demasiado). Del ángulo conseguido, cuelga un bolsón gigante (da lo mismo que sólo hayas salido por 5 minutos. En ese bolso te ha de caber la vida y varios cadáveres) como si te hubiesen sacado sangre -has de mantener la postura y poner cara de que no pesa (rellénalo de algodón al principio, hasta que le cojas el tranquillo y desarrolles un brazo como el de Nadal). Ahora, ponte unos taconazos, un vaquero "casual" y unos gafones enormes, y hala, a disfrutar!!
por supuesto, los taconazos te generarán un dolor que te facilitará mucho la cara de "me importa una mierda todo", imprescindible para nuestra feminidad.
Dios, sé tantas cosas... que a veces me asusto.
Ana. Esa mujer.
martes, 6 de mayo de 2008
Confesiones II (el regreso)

Esto de confesar atrocidades personales es como el tuning... nunca sabes dónde parar (de esto doy fe. Mi vespa está más tuneada que las de quadrophenia... y porque no tengo más dinero...)!
Hoy confesaré, también, que Risto me pone tontorrona (por decirlo finamente... porque lo que me pone es ultra burra). Sí, no me gustan los tios simpáticos. No me gustan los que te hacen la vida fácil, los que te cojen de la manita por la calle (esto último me da un calor horroroso... y mi impulso es empujarlos a la calzada cuando pasa un coche rápido -no lo suelo hacer, pero una vocecita dentro de mí me lo ordena. Poderosamente, por supuesto-), los que te miran embobados, como lobotomizados por mi belleza incuestionable... En fin, que coincido con Fernán-gómez (qué grande era/es) en mi gusto por la gente insociable, políticamente incorrecta, controvertida, los corrosivos, los que te acaban sacando de quicio, de tus casillas y de tus hotelillos del monopoly... Será que tengo una venita masoca (bueno, una arteria masoca, igual), será que me va la marcha... será que no quiero cometer un crimen del que luego me arrepienta (o no, pero que igualmente me llevaría al trullo, y ahí no hay wi-fi), será por lo que sea, estoy destinada a enamorarme una y otra vez del equivalente masculino a la sosa cáustica.
Aysh... es que son tan monos...(juro que me lo haré mirar, de verdad. De la buena ("mira qué verdad llevo hoy... fresquita... que la tengo vivaaa!") (¿?)
(eso sí, abstenerse de apagarme cigarrillos en la espalda, que tengo la piel muy sensible, y además me molesta el humo. Horrores)
(Horrores... bonito nombre)
(Maria Horrores Pradera)
Confesiones
Sí, lo confieso (esto no es fácil... Pero es necesario. Venga. Vamos...): Yo veo el diario de Patricia. Aaaaaaah!! ¡qué descanso, ya me lo he quitado de encima!
Lamento desilusionar a los que pensabais que en las horas muertas yo cultivaba mi espíritu leyendo poesía medieval (ya podéis retirar mi segura candidatura a la academia de la lengua, y para las academias del resto del cuerpo...). Simplemente me dejo llevar por la espiral de historias trepidantes que la gente tiene a bien ir a airear a la tele. Ayer salió una mujer (lo vi mientras caminaba a 6.5 kilómetros por hora en mi gimnasio donde la gente suda chanel) que había arreglado una cita a ciegas para su madre (a la cuál se supone que quiere...) con un tipo al que una amiga le ha descrito como "feo, hortera y bajito". Quizás no quiso decir por pudor en público la segunda parte de la frase, donde habla de sus virtudes: "...pero tiene un pene de 30cm. que baila claqué!", porque no se entiende que tú, para tu madre, quieras a este dechado de virtudes...
El otro dia acudió a contarle a la presentadora (que se debe de despertar en mitad de la noche con sudores fríos, porque esto te ha de acabar por afectar...) una mujer que su hermana, de un año a esta parte, ya no tenía sitio en su casa para ella cuando esta quería ir a visitarla, que le ponía excusas tontas... Chica, no te esfuerces, que ya te lo digo yo sin ir a la tele: TU HERMANA NO QUIERE QUE VAYAS A SU CASA! ¡BUSCA UN HOTELITO BARATO, MUJER! (igual la hermana en el último año ha adquirido nuevos hábitos sexuales a los que no quiere renunciar por culpa de las siempre inoportunas visitas -es difícil borrar de la retina a tu cuñado con una capucha de cuero y una pelota de goma con correa en la boca... preguntándote si el café lo quieres con o sin leche-).
Gracias, Patricia, porque viendo esto me doy cuenta de lo bien que estoy yo... si hasta mi hermana quiere que vaya a su casa!
Lamento desilusionar a los que pensabais que en las horas muertas yo cultivaba mi espíritu leyendo poesía medieval (ya podéis retirar mi segura candidatura a la academia de la lengua, y para las academias del resto del cuerpo...). Simplemente me dejo llevar por la espiral de historias trepidantes que la gente tiene a bien ir a airear a la tele. Ayer salió una mujer (lo vi mientras caminaba a 6.5 kilómetros por hora en mi gimnasio donde la gente suda chanel) que había arreglado una cita a ciegas para su madre (a la cuál se supone que quiere...) con un tipo al que una amiga le ha descrito como "feo, hortera y bajito". Quizás no quiso decir por pudor en público la segunda parte de la frase, donde habla de sus virtudes: "...pero tiene un pene de 30cm. que baila claqué!", porque no se entiende que tú, para tu madre, quieras a este dechado de virtudes...
El otro dia acudió a contarle a la presentadora (que se debe de despertar en mitad de la noche con sudores fríos, porque esto te ha de acabar por afectar...) una mujer que su hermana, de un año a esta parte, ya no tenía sitio en su casa para ella cuando esta quería ir a visitarla, que le ponía excusas tontas... Chica, no te esfuerces, que ya te lo digo yo sin ir a la tele: TU HERMANA NO QUIERE QUE VAYAS A SU CASA! ¡BUSCA UN HOTELITO BARATO, MUJER! (igual la hermana en el último año ha adquirido nuevos hábitos sexuales a los que no quiere renunciar por culpa de las siempre inoportunas visitas -es difícil borrar de la retina a tu cuñado con una capucha de cuero y una pelota de goma con correa en la boca... preguntándote si el café lo quieres con o sin leche-).
Gracias, Patricia, porque viendo esto me doy cuenta de lo bien que estoy yo... si hasta mi hermana quiere que vaya a su casa!
sábado, 3 de mayo de 2008
Yo quiero ganar un premio molón
Queridos todos:
Alguna vez he fantaseado sobre cómo sería mi muerte, y siempre he llegado a la misma conclusión: si puedo elegir, espero que sea tardía y estúpida, y que los asistentes a mi funeral se rían y lloren a partes iguales...
Yo de mayor (a eso de los 98 años) quiero ser Premio Darwin. Sí. Porque la estupidez humana nos hace grandes. Porque es un acto de generosidad extrema el acabar tu vida (por ejemplo) como el cura volador... o mejor, como el tipo del cuál debió coger la idea, y que pretendía darle una sorpresa a su novia elevándose gracilmente con unos globos de helio sujetos a una silla de jardín, y pertrechado con una escopeta para provocar un suave y lento descenso... cosa que no sucedió ni de casualidad.
El tio, en cuanto soltó amarras, salió propulsado a gran velocidad en su silla de jardín (que ya es indigno...) y en unos pocos segundos había alcanzado los 5.000 metros de altitud, lo que le mareó poderosamente (ahora, a cada frase le meteré un "poderosamente", que lo sepáis) y le hizo perder puntería con la escopeta. Alcanzó a reventar una tercera parte de los globos y luego la escopeta se le cayó al mar. El tipo no se mató, aunque sí se metió en el campo aéreo del aeropuerto... y acabó enredado en unos cables de alta tensión. Un maestro, sí señor!
Yo, lo de los globos no porque ya está muy visto, pero algo se me ocurrirá... que aún me quedan unos añitos hasta los 98!
Siempre me he imaginado que me mataría un trozo de basura espacial, vaya usted a saber por qué. (vaya, vaya!)
(que no, que no voy)
O mejor: Rizando el rizo, quiero ser asesinada involuntariamente por impacto de cura volador, o lo que quede de él en órbita dentro de 66 años.
Hala, ya lo he dicho.
Y lo a gusto que se queda una... Porque alguna habrá que se quede a gusto, digo yo.
(¿y quién va a decir, si sólo puedo escribir yo aquí?)
(...)(sin comentarios) (que parece una invitación en alemán: Sinc Homen Tarriods!!)
(karrtofenn!) (volkswagen!)(au, pírense!)(que es adiós, ¿no?)
Alguna vez he fantaseado sobre cómo sería mi muerte, y siempre he llegado a la misma conclusión: si puedo elegir, espero que sea tardía y estúpida, y que los asistentes a mi funeral se rían y lloren a partes iguales...
Yo de mayor (a eso de los 98 años) quiero ser Premio Darwin. Sí. Porque la estupidez humana nos hace grandes. Porque es un acto de generosidad extrema el acabar tu vida (por ejemplo) como el cura volador... o mejor, como el tipo del cuál debió coger la idea, y que pretendía darle una sorpresa a su novia elevándose gracilmente con unos globos de helio sujetos a una silla de jardín, y pertrechado con una escopeta para provocar un suave y lento descenso... cosa que no sucedió ni de casualidad.
El tio, en cuanto soltó amarras, salió propulsado a gran velocidad en su silla de jardín (que ya es indigno...) y en unos pocos segundos había alcanzado los 5.000 metros de altitud, lo que le mareó poderosamente (ahora, a cada frase le meteré un "poderosamente", que lo sepáis) y le hizo perder puntería con la escopeta. Alcanzó a reventar una tercera parte de los globos y luego la escopeta se le cayó al mar. El tipo no se mató, aunque sí se metió en el campo aéreo del aeropuerto... y acabó enredado en unos cables de alta tensión. Un maestro, sí señor!
Yo, lo de los globos no porque ya está muy visto, pero algo se me ocurrirá... que aún me quedan unos añitos hasta los 98!
Siempre me he imaginado que me mataría un trozo de basura espacial, vaya usted a saber por qué. (vaya, vaya!)
(que no, que no voy)
O mejor: Rizando el rizo, quiero ser asesinada involuntariamente por impacto de cura volador, o lo que quede de él en órbita dentro de 66 años.
Hala, ya lo he dicho.
Y lo a gusto que se queda una... Porque alguna habrá que se quede a gusto, digo yo.
(¿y quién va a decir, si sólo puedo escribir yo aquí?)
(...)(sin comentarios) (que parece una invitación en alemán: Sinc Homen Tarriods!!)
(karrtofenn!) (volkswagen!)(au, pírense!)(que es adiós, ¿no?)
viernes, 2 de mayo de 2008
Sexo deportivo con cura volador
Últimamente me voy dando cuenta de las diferencias que hay entre hombres y mujeres. Sí, ya sé que parece tópico... pero es que una se cree que es muy lista y resulta que me van a dar el premio Nobel a la ingenuidad un dia de estos (ay... ¿te imaginas que me lo dan? mira, ya estoy nerviosa.. Es que soy muy competitiva). El premio va a estar reñido entre mí (¿entre yo? dios, no sé hablar ya..) y el cura volador brasileño, que se perdió en la ontananza sostenido por un montón de globicos de colores, con su alzacuellos con mangas de farol y un tanga (mira, yo a los brasileños me los imagino así todo el dia, qué voy a hacerle... no, al cura no voy a hacerle nada, que ha desaparecido) verde pistacho convenientemente disimulado debajo de la ropa... pero se le marcaba la tirilla!
ay, ya me he perdido... a ver, me cojo. Estábamos con las diferentes formas de ver el sexo entre hombres y mujeres, no?
Pues que ya no me acuerdo de lo que iba a decir.
Pero... ¿a que no podéis borrar de vuestra mente al cura volador, eh? ¿eh? ¿eh?
Dios, soy super dispersa. ¿Tendré dispersia? ¿se cura la dispersia?
ay, ya me he perdido... a ver, me cojo. Estábamos con las diferentes formas de ver el sexo entre hombres y mujeres, no?
Pues que ya no me acuerdo de lo que iba a decir.
Pero... ¿a que no podéis borrar de vuestra mente al cura volador, eh? ¿eh? ¿eh?
Dios, soy super dispersa. ¿Tendré dispersia? ¿se cura la dispersia?
miércoles, 30 de abril de 2008
La sinceridad perjudica seriamente las relaciones sociales
Conversación real entre un chef con estrellas en su solapa y un sincero comensal que es honrado con la atención del susodicho cocinero:
- ¿qué, ha comido usted bien?
-sí, pero ni hoy, ni aquí.
sublime, simplemente.
- ¿qué, ha comido usted bien?
-sí, pero ni hoy, ni aquí.
sublime, simplemente.
Exasperante
No debí hacerlo.
No estuvo bien... no. Pero no pude evitarlo.
Ya sé que no es excusa, pero es la verdad.
Cualquiera hubiese reaccionado de la misma manera, estoy seguro.
Su actitud hubiese exasperado a cualquiera.
Ya era la quintavez que que contestaba con un "donde tu quieras" a mi pregunta.
No era tan difícil elegir restaurante para cenar en nuestra primera cita.
Tampoco lo fué matarla...
Es que nunca soporté la indecisión.
No estuvo bien... no. Pero no pude evitarlo.
Ya sé que no es excusa, pero es la verdad.
Cualquiera hubiese reaccionado de la misma manera, estoy seguro.
Su actitud hubiese exasperado a cualquiera.
Ya era la quintavez que que contestaba con un "donde tu quieras" a mi pregunta.
No era tan difícil elegir restaurante para cenar en nuestra primera cita.
Tampoco lo fué matarla...
Es que nunca soporté la indecisión.
viernes, 25 de abril de 2008
¡Viva el Power-house, donde quiera que viva!

Hace unos meses, viendo tristemente que la imagen que me devolvía (más bien me la vomitaba, pero bueno...) el espejo distaba más de lo que me gusta admitir de la de Elle MacPherson (incluso ahora, a su edad... Ay!), decidí apuntarme al gimnasio. Pero no a un gimnasio cualquiera, nooo... Yo tenía que apuntarme a El Gimnasio. Así, a lo grande, hala... Será por dinero!
En mi gimnasio todo el mundo es de color Zaplana, y, al parecer, debe de existir una tarifa más cara (si cabe) que la mía en la que te regalan las tetas, te tiñen de rubia y por un poquito más, la nariz de Paloma San Basilio (la de "juuuntos, café para dos, fumando un cigarrillo a medias... -tacaña- Y otros grandes hitos musicales).
Superado el shock inicial, me integré en ese mar de recauchutadas recién salidas de la unidad de grandes quemados como buenamente pude, y me apunté, haciendo un gesto de valentía nunca antes visto en mí, en lo más de lo más: La Clase de Pilates. Ahí es nada...
He descubierto que mi flexibilidad se corresponde con la de un octogenario en malas condiciones, que mi "power-house" es de todos menos power, que la "zambullida del cisne", ejecutada (y nunca mejor dicho...) por mí, se convierte en "el desplome del pato salvaje abatido por un cazador borracho", para desolación de mi pobre profesora argentina, que al grito de "venga, retemos a nuestro power-house!" (que no se da cuenta de que yo ya lo reté... Y perdí), se encuentra ante la penosa visión de un personaje de DESPERTARES cuando la medicación deja de hacerle efecto.
Me consuela no ser la única... Me acompañan Carlota y Lina, que también han perdido el Power de camino a su House.
Ay.
Ay.
Y el puñetero espejo que sigue sin encontrarme parecido a Elle...
El Unibeso gira a mi alrededor
Tengo un problema que me provoca con relativa frecuencia situaciones extrañas. Admito que es mi culpa...
No sé a cuánta gente conozco. Mi cerebro borra constantemente datos de la gente con la que me he relacionado (en mayor o menor medida) en mi vida, pero va dejando restos desconcertantes.
Bueno, corto el rollo.
Ayer me encontraba yo recostada tranquilamente en el sofá, descansando la vista (yo soy como mi padre, que jamás admitiría que duerme la siesta... él "descansa la vista". En la cama y con pijama, que la vista se encuentra más cómoda), cuando sonó mi teléfono. Reproduzco la conversación:
YO: ¿siii?
ÉL: ¡Hola Ana! (contento)Soy Jaime... Ya soy ingenieeero..!
YO: (no me suena nada la voz, no recuerdo ningún Jaime que estuviese estudiando -si tiene mi edad, es MUY mal estudiante... o que le tenía manía la seño...-, pero igual es que ahora no caigo. Lo correcto sería decir "¿qué Jaime"... pero claro, eso sería lo lógico...)
YO: ¡Hola Jaime (efusiva)!, qué bien, no? ¡enhorabuena! (quizás tenga suerte y él me dé pistas...)
ÉL: Pues si... y me he graduado Cum Laude, con Matrícula de honor! (ya puedes, ya, gandul... que si tienes mi edad, llevas 14 años para sacarte una carrera de 5! Espero que por el camino, hayas descubierto algo vital para la humanidad, por lo menos)
YO: (ya metida en el papel, y dispuesta a hacerme amiga de este tio, que, definitivamente, no conozco de nada) ¡jo, qué fuerte!
EL: (silencio) (...más silencio) CLICK! (cuelga)
Pero bueno... ¿qué se ha creído este (Jaime)? O sea, que me despierta de la siesta para contarme que es un patata como estudiante un Jaime al que no recuerdo, y yo, que soy educada y le felicito y le sigo el juego, acabo sin ser invitada, al menos, a la fiesta de celebración... Y ME CUELGA? ¿PERO ESTO QUÉ ES?
Así es quedecido olvidar el episodio, y ya que estoy despejada, me pongo a trabajar... pero casi al momento me llega un mensaje al móvil. Es Jaime (¿?), que se disculpa porque pensaba que estaba hablando con su hermana, y no "con esa chica de hace años"... que debo ser yo. O sea, que nos conocemos...
Pero yo sigo sin saber quién narices es él... así es que le envío otro mensaje para que, de una vez, me dé pistas de quién es él. Recibo lo siguiente: "Jaime, Barcelona, Bukowski, La Fusa, cena...". La madre que lo parió! le faltó darme la pista fundamental: "beso a traición!"
Con este tio tuve una... digamosle... cita a ciegas, hace como 6 años, cuando yo vivía en Barcelona. Quedamos, pero cuando yo ya lo tenía a la vista (aunque estaba lejos aún), me dí cuenta de que no me gustaba EN ABSOLUTO. Nada... así es que decidí darme la vuelta y huir (ya que habíamos quedado para cenar, me esperaba un tonteo estéril). Pero él ya me había visto, y agitaba efusivamente los brazos. Vale, Ana, estás perdida. Has de dar la cara...
Cuando nos encontramos, antes de que yo pueda decir una sola palabra, él me suelta una perorata atropelladamente: "MIra, yo es que estoy super nerviso... vamos a hacer una cosa: como YO SÉ QUE TE GUSTO (aaaaaaahrg! gran error!!!!!), y tú a mí me gustas mucho... para no estar toda la noche esperando este momento, te voy a besar ahora y así no estamos nerviosos porque lo que queremos los dos ya ha pasado..."
Acto seguido me encuentro con sus labios pegados a los míos... en fin.
Fuimos a cenar, pero el shock no me dejaba articular palabra. Sólo podía pensar "cómo le digo yo a este tio que no me gusta nada!!"... y para ganar un poco de confianza, mientras él hablaba toooodo el rato, yo bebía, esperando reunir el valor suficiente para decirle "bira... Jaibe... es que be he dabdo cuenda de que no be abetece tener nada bás contigo...". Pero el traicionero alcohol, lo que provocó fué que, al cabo de una botella de vino, a mi me diese igual todo... Ancha es Castilla!!
Él, equivocadamente, al dia siguiente pensó que tenía una relación incipiente conmigo... y no supo entender el por qué yo jamás le volví a coger el teléfono... hasta ayer.
Hola, pasado raro!
No sé a cuánta gente conozco. Mi cerebro borra constantemente datos de la gente con la que me he relacionado (en mayor o menor medida) en mi vida, pero va dejando restos desconcertantes.
Bueno, corto el rollo.
Ayer me encontraba yo recostada tranquilamente en el sofá, descansando la vista (yo soy como mi padre, que jamás admitiría que duerme la siesta... él "descansa la vista". En la cama y con pijama, que la vista se encuentra más cómoda), cuando sonó mi teléfono. Reproduzco la conversación:
YO: ¿siii?
ÉL: ¡Hola Ana! (contento)Soy Jaime... Ya soy ingenieeero..!
YO: (no me suena nada la voz, no recuerdo ningún Jaime que estuviese estudiando -si tiene mi edad, es MUY mal estudiante... o que le tenía manía la seño...-, pero igual es que ahora no caigo. Lo correcto sería decir "¿qué Jaime"... pero claro, eso sería lo lógico...)
YO: ¡Hola Jaime (efusiva)!, qué bien, no? ¡enhorabuena! (quizás tenga suerte y él me dé pistas...)
ÉL: Pues si... y me he graduado Cum Laude, con Matrícula de honor! (ya puedes, ya, gandul... que si tienes mi edad, llevas 14 años para sacarte una carrera de 5! Espero que por el camino, hayas descubierto algo vital para la humanidad, por lo menos)
YO: (ya metida en el papel, y dispuesta a hacerme amiga de este tio, que, definitivamente, no conozco de nada) ¡jo, qué fuerte!
EL: (silencio) (...más silencio) CLICK! (cuelga)
Pero bueno... ¿qué se ha creído este (Jaime)? O sea, que me despierta de la siesta para contarme que es un patata como estudiante un Jaime al que no recuerdo, y yo, que soy educada y le felicito y le sigo el juego, acabo sin ser invitada, al menos, a la fiesta de celebración... Y ME CUELGA? ¿PERO ESTO QUÉ ES?
Así es quedecido olvidar el episodio, y ya que estoy despejada, me pongo a trabajar... pero casi al momento me llega un mensaje al móvil. Es Jaime (¿?), que se disculpa porque pensaba que estaba hablando con su hermana, y no "con esa chica de hace años"... que debo ser yo. O sea, que nos conocemos...
Pero yo sigo sin saber quién narices es él... así es que le envío otro mensaje para que, de una vez, me dé pistas de quién es él. Recibo lo siguiente: "Jaime, Barcelona, Bukowski, La Fusa, cena...". La madre que lo parió! le faltó darme la pista fundamental: "beso a traición!"
Con este tio tuve una... digamosle... cita a ciegas, hace como 6 años, cuando yo vivía en Barcelona. Quedamos, pero cuando yo ya lo tenía a la vista (aunque estaba lejos aún), me dí cuenta de que no me gustaba EN ABSOLUTO. Nada... así es que decidí darme la vuelta y huir (ya que habíamos quedado para cenar, me esperaba un tonteo estéril). Pero él ya me había visto, y agitaba efusivamente los brazos. Vale, Ana, estás perdida. Has de dar la cara...
Cuando nos encontramos, antes de que yo pueda decir una sola palabra, él me suelta una perorata atropelladamente: "MIra, yo es que estoy super nerviso... vamos a hacer una cosa: como YO SÉ QUE TE GUSTO (aaaaaaahrg! gran error!!!!!), y tú a mí me gustas mucho... para no estar toda la noche esperando este momento, te voy a besar ahora y así no estamos nerviosos porque lo que queremos los dos ya ha pasado..."
Acto seguido me encuentro con sus labios pegados a los míos... en fin.
Fuimos a cenar, pero el shock no me dejaba articular palabra. Sólo podía pensar "cómo le digo yo a este tio que no me gusta nada!!"... y para ganar un poco de confianza, mientras él hablaba toooodo el rato, yo bebía, esperando reunir el valor suficiente para decirle "bira... Jaibe... es que be he dabdo cuenda de que no be abetece tener nada bás contigo...". Pero el traicionero alcohol, lo que provocó fué que, al cabo de una botella de vino, a mi me diese igual todo... Ancha es Castilla!!
Él, equivocadamente, al dia siguiente pensó que tenía una relación incipiente conmigo... y no supo entender el por qué yo jamás le volví a coger el teléfono... hasta ayer.
Hola, pasado raro!
jueves, 24 de abril de 2008
El juego de tu (ex)vida
Ayer me dormí en el sofá (yo soy así... me duermo por los muebles de casa). Me despertó una pregunta: "¿te lavas las manos siempre después de hacer pipí?" (también podía haber sido algo tan trepidante como "¿si te tiras un pedo en la cama, levantas la sábana un poquito para ver cómo hule/apesta?"). Y claro... ya tuve que prestar atención!
No sé a qué mente retorcida se le ha podido ocurrir este edificante programa, pero desde luego, si te prestas a participar, más te vale llegar hasta el final, admitiendo que, en efecto, tienes sexo con verduras, que te tirarías al marido de tu hermana (o que ya lo has hecho, mientras matabas un pollo -ya que te pones, lo confiesas todo y punto..- , que miras los mocos en el pañuelo después de sonarte... que te has cepillado a tu jefe del casino (y a la mitad de los crupieres de black jack entre carta y carta), que sí, que soy una mala persona, una guarra/o, un enfermo sexual con las peores perversiones... porque si no te llevas los 100.000€, que sepas que a tu casa ya no puedes volver. Y por lo preguntado (y respondido), a tu trabajo mejor que tampoco vuelvas.
El premio, a mi entender, debería ser algo que te indemnice de por vida, ya que el programa te deja inhabilitado para casi todo (y de por vida). Al menos, 1 milloncejo de euros que te permita empezar una nueva vida en algún sitio al que no haya llegado la tele... y no sepan que, a veces, no llevas las bragas a juego con el suje... o que te desabrochas un botoncito de la camisa cuando has de convencer a tu jefe (del casino) para que te suba el sueldo.
Amigos del programa: no hace falta que sigan, ya se lo digo yo: TODOS TENEMOS SECRETOS. SE LLAMA INTIMIDAD Y PERTENECE A CADA UNO.
Aysh....
No sé a qué mente retorcida se le ha podido ocurrir este edificante programa, pero desde luego, si te prestas a participar, más te vale llegar hasta el final, admitiendo que, en efecto, tienes sexo con verduras, que te tirarías al marido de tu hermana (o que ya lo has hecho, mientras matabas un pollo -ya que te pones, lo confiesas todo y punto..- , que miras los mocos en el pañuelo después de sonarte... que te has cepillado a tu jefe del casino (y a la mitad de los crupieres de black jack entre carta y carta), que sí, que soy una mala persona, una guarra/o, un enfermo sexual con las peores perversiones... porque si no te llevas los 100.000€, que sepas que a tu casa ya no puedes volver. Y por lo preguntado (y respondido), a tu trabajo mejor que tampoco vuelvas.
El premio, a mi entender, debería ser algo que te indemnice de por vida, ya que el programa te deja inhabilitado para casi todo (y de por vida). Al menos, 1 milloncejo de euros que te permita empezar una nueva vida en algún sitio al que no haya llegado la tele... y no sepan que, a veces, no llevas las bragas a juego con el suje... o que te desabrochas un botoncito de la camisa cuando has de convencer a tu jefe (del casino) para que te suba el sueldo.
Amigos del programa: no hace falta que sigan, ya se lo digo yo: TODOS TENEMOS SECRETOS. SE LLAMA INTIMIDAD Y PERTENECE A CADA UNO.
Aysh....
Suscribirse a:
Entradas (Atom)