Estoy sumida en la desolación más absoluta.
Ayer tomé conciencia de que soy la única de mi pequeña comunidad de vecinos que no pilla cacho (por no decir que no follo. Ni siquiera hago el amor...). Nada. Niente.
Mi vecino de abajo, al que estaba barajando bajar un dia de estos a pedirle huevos (dos) en el salto de cama de la perla que no tengo, se ha revelado como un Casanova de cuidado (que no un Casanova descuidado, que sería si no se lavase el pelo (de la parte del cuerpo que sea...). No iba a encontrar hueco ni para abrirme la puerta, con tanto devaneo (y para hacerme suya lo tendría que pillar a traición, entre polvo y polvo...). Ellas van desfilando por riguroso orden de aparición.
Un piso más abajo, las germanas lesbianas (de "froilan" a "froilan") bailan solas.
Y en el primero, la pareja de italianos olímpicos, que practican todo tipo de deportes de riesgo, incluído quererse (fly-surf, ciclismo, salto con pértiga -la de él...-).
Y en el ático, allí donde debería reinar el amor fou, el deseo desatado, en el marco idílico para vivir historias de amor y lujo, allí donde se debería dar rienda suelta a los instintos más bajos (más altos, en este caso, que es un quinto piso...)... allí... nada.
Mientras el resto hace temblar los cimientos, yo le lanzo a Panchita su pelota preferida (que no es la mía).
Qué injusta es la vida.
Y yo con estos pelos...
Eso sí, el dia que triunfe voy a convocar junta (pero no revuelta).
jueves, 17 de julio de 2008
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11 comentarios:
Venga, Lanita, ya será menos! Con lo que tú eres, es imposible que no tengas una cola de admiradores!!!
ay, Marta, qué mona eres...!!
:-)
parafrasearé al gran Serrat (en castellano): nunca es triste la verdad... lo que no tiene es remedio.
(la cola de admiradores se ha debido de entretener comiendo un helado por ahí, porque yo no la veo...) (seguiré mirando, a ver...)
No te preocupes, que ya te doy yo publicidad y en un minutillo te monto una cola que pa'qué. Porque venirte a Barcelona no lo ves claro, no? Que aquí hay más gente...
Algo no funciona, o algo va mal. No conozco a tus vecinos ni vecinas (ni siguiera de mirarlas por un agujerito, ya sabes, fantasía masculina), pero esto no debería ser así. ¡Ay! si yo pudiera hacer algo para remediarlo. Pero no puedo; lo siento. No puedo. Y en el fondo, tampoco te creo al cien x cien.
Sí, ya vuelvo a la normalidad.
¿¿cómo que no me crees, Imanol?? es tristemente cierto lo que cuento, muy a mi pesar... ay, que ya no quedan hombres que crucen (por ejemplo) la meseta para venir a poseerme... ya ni siquiera cruzan la calle!
Marta, esperaré ansiouxly esa cola que me vas a formar!
ya estuve viviendo en barcelona... y los hombres catalanes son super complicados...! (he de decir a su favor que sí que es verdad que... ejem... que sí, que es verdad...!).
Los valencianos, en cambio, son unos siesos que sólo sirven para beber horchata y tirar petardos.
y si es mentira, los que no os sintáis identificados, montad una cola en mi puerta, porelamordediosss... que estoy tirando mis años de esplendor a la mierdaaaa... que me pocho, que me pocho!!
(y se pochó)
este verano me voy a exportar, a ver si me poseen por er zú. ole.
(ya me veo por las playas gritando borracha "poseedmeeee!!"
Desde el segundo tercera de un edificio similar, cuyas paredes de separación con la finca de al lado no conocen el concepto de aislamiento acústico (así oigo a los de aquí y a los de allí), te acompaño en el sentimiento.
Y no es justo, di que no.
Así que, Marta, ve mirando si por el mismo precio nos puedes montar dos colas.
Y a ti, Lanita, si se te ocurre variar de gustos puedo ofrecerte una buena colección de valencianas que te cantarían serenatas bajo la ventana, seguro. En la sección masculina lo tengo peor, pero voy pensando y como me acuerde de algún compañero de facultad o similar, te lo envío ipso facto.
Mientras tanto, disfruta del sur. Ya sabes lo que decía Raffaella Carrá...
jajajaja!
okei, tomo nota Desficiosa!
si varío de gustos te lo comunicaré ipso facto para que las valencianas echen a patadas a los valencianos de mi cola (nunca mejor dicho!)
Haré caso a la gran Raffaella y a la vuelta os contaré con pelos y señales si es dogma de fé esa gran canción.
Me he perdido! Qué decía la Carrà? La cola de hombres a tu puerta se formará? Porque a la mía nada, tampoco. Snif. Yo estoy igual que tú, Lanita, pero al menos no oigo a los vecinos. Y si los oyera, me daría un poco de repelús, porque los de la derecha son una pareja de abueletes bastante jodidillos, y la de la izquierda es una viuda sesentona que vive sola. Como la oiga a ella antes que me toque a mí... ah, no, por ahí ya no paso!
la Carrá decía que "para hacer bien el amor hay que venir al sur" (a voz en grito).
la cola de hombres a mi puerta aún no se ha formado, pero hoy he bajado a barrer y adecentar la calle, por si acaso (estoy por engalanarla, a ver si así...)
yo, lo que es oirlos... no los oigo. Pero el vecino me va contando sus devenires -y a ellas las veo entrar y salir...-, y de los otros los supongo.
qué triste vida la de la ausencia de sexo, ché!
no te fíes de los iaios, que los carga el diablo... y de las viudas, menos! (igual mató a polvos a su marido y es una viuda negra insaciable... ¿a que ahora la mirarás con otros ojos?) (los del pánico, seguramente...!)
Ayyy, no puedo imaginarme a mi vecina discreta y silenciosa como una sadomasoquista con látigo... Horarios raros sí que hace, la mujer, ahora que lo pienso...
Ahí lo tienes. No digo más...
Ama castigadora, fijo.
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