martes, 15 de julio de 2008
Me caso!
La otra noche tuve un sueño desconcertante -cuanto menos...-
La otra noche me casé. Ojo, no confundir con NOS CASAMOS, no... me casé yo sola.
En la primera secuencia que recuerdo del sueño, yo estaba mirando qué me pongo para la boda, y entra mi madre en escena y empezamos a ver qué podía reciclar para el evento (esto ya es cutre de por sí... oye, que yo si me caso quiero estrenar!). Después de estar un ratito decidiendo, le digo, así como de pasada:
YO: "oye... a todo esto... ¿y yo con quién me caso? ¿tengo novio (yo es que tengo mala memoria... podría ser que lo tuviese y se me hubiera olvidado)(cosas más raras se han visto. Mira Rosy de Palma)?"
MADRE: "ah... con nadie. Eso es lo de menos... ¿no ves que nadie se fija en el novio?"
YO (estupefacta): "¿¿cómo que nadie se fija en el novio? pero se fijarán si no existe! ¡el vacío, por sí mismo, define un espacio!"
MADRE: "La mamá de física aeroespacial sabe lo justito, pero ya verás como nadie se da cuenta. Lo importante es que te casas, hija, el resto da igual!"
YO (confusa sin vinicius de moraes): "¿y qué me pongo entonces, este o el de HEREDARÁS CASTILLA de la boda de mi hermana? ¿y si luego no me llevo bien y me quiero divorciar?"
MADRE:"Con esa mentalidad, hija, no vas a aguantar casada ni un año, desde aquí te lo digo..."
Ay, qué agobio...
(¿me llevaré bien, o el matrimonio lo cambiará todo conmigo para estropearlo? ¿la rutina se apoderará de mis dias? ¿desaparecerá la pasión?)
Ay, que yo no me quiero casar ni conmigo...
Rectifico: conmigo nunca me casaría. No soporto estar todo el dia junta.
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2 comentarios:
Jajaja! Desde luego, Freud diría unas cuantas cosas relacionadas con su mente calenturienta, pero yo me imagino la escena de tú sola ante el altar con un vestido reciclado (que seguro que es mucho más bonito y original que los de novia-novia) y me parece muy divertida!
pues porque os he ahorrado el detalle del cura. Le decía a mi madre que vale, que según ella la gente no se enteraría, pero el cura (al parecer en mi sueño me caso por la iglesia...) sí que iba a notar algo.
Mi madre tenía todo pensado: me casaría por iPod acoplado a unos bafles monisísimos blancos portátiles.
Nadie lo notaría. nadie.
Mi terror al compromiso llevado a su máximo exponente: YO NO ME PUEDO DEJAR A MÍ MISMA!!
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