lunes, 8 de marzo de 2010

Citas penosas (capítulo 223)

Y nada.
Que no aprendo.
Hace tiempo que debería haber interiorizado que tengo un defecto congénito que no hace que se disparen las alarmas de peligro cada vez que una amiga bienintencionada (por ejemplo) me dice "conozco a alguien que es perfecto para tí...!".
Algo no funciona, y en lugar de alegar que me he dejado un pollo en el horno y salir escopeteada en sentido contrario, un automatismo se pone en marcha dentro de mí y me sale, sin pensar, "ay, pues dale mi teléfono Y QUEDAMOS".
(....)
Recuerdo la última. El susodicho, que en teoría era perfecto para mí (después siempre pienso en la percepción que tiene de mí la persona que ha mediado... o si le he hecho alguna putada...), hablaba con una jerga incomprensible del más castizo Madrid suburbial de los 80 (cosa incomprensible en un tipo de 37 años natural de Paterna). Y hablaba... y hablaba... y no le interesaba lo más mínimo mi vida porque estaba totalmente entregado a su propia biografía. De vez en cuando trataba de captar mi cada vez más distraída atención con un "eey... tronka... ¿sabes lo que te digo?". Y yo sonreía, asentía, y bebía... y bebía... al parecer, la tronka era yo. Y no, no sabía lo que me decía, ni por lo más remoto.
Creo que conté más de 80 tronkas, 90 tias, y algunas palabras sueltas que no sabría poner en contexto: coprofagia, pederastia, me acuchillaron, ella tenía un pequeño problemilla con el jaco, esta melena (tronka) no crece en menos de un año... (aquí levanté mi mirada del 5º mojito para admirar, incrédula, una coleta de apretados rizos negros de unos 70cms. de longitud que me puso delante de las narices, y creo recordar que balbuceé "es indigggnaaantee... deverrrrdaaaá") ¿y pretenden que me la corte (tronka) para una mierda de trabajo de 3 meses?, lo mío es el metal (aquí le contesté "yo soy más de plástico"... pero creo que ni me oyó), me quiero tatuar un ángel de la muerte en la espalda...
personalmente, para una primera cita yo, de haber podido hacer un mínimo guión, al menos los temas de la coprofagia y la necrofilia los hubiese reservado para la segunda... Por no quemar todos los cartuchos así, a la primera...
No sé, a groso modo, de qué fué la conversación (monólogo)... pero me da que, aunque hubiese podido meter baza, poco hubiese podido aportar yo.
Eso sí, para documentarme, este verano me alquilo un apartamento coquetón en Carabanchel... porque si mi amiga dice que este tio era perfecto para mí, me he de poner al dia.
Un beso, tronkos.

5 comentarios:

Darío dijo...

Mierda! Siento que a veces me comporto de esta forma. No quiero! No, no quiero hacer de una cita un relato de mi biografía! Uy, que estoy haciendo?

Enric Pérez dijo...

Jajajajajajaja. A esa alma bienintencionada que te "concertó" la encerrona, digo cita, la tendrás en un altar (de vudú, claro). En estos casos siempre hay que quedar para que un tercero te llame al móvil a la media hora, si te va mal finges lo del pollo y sales huyendo, si no pues finges que se han equivocado y sigues tan ricamente.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Pos no sé la causa del mosqueo, tronka. Tenías ante ti al más cortés de los tronkos, y quizá de la época de los Pica Piedra.

Cuando te pones, te pones, y cuentas que da gusto.

Ana Ce Zeta dijo...

Mosqueo ninguno... si el tio (tronko) era un encanto..!!!
Pero me pudo la verborrea... se me descargaron las pilas del cerebro...!
Y cortés como el que más, pero me da que no estábamos hechos el uno sobre el otro...
.-)

Martadoes dijo...

Yo tengo en el historial una primera cita con un tronko que estuvo 2 horas hablándome de su mili y lo bien que lo pasó. Hay algo peor????

Cunado me soltó lo de "has visto de cerca alguna vez un F19? Yo he pilotado uno"...ya fue cuando le dije que me esperaba mi marido en casa para cenar...TRE-MEN-DO.

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