martes, 27 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
A veces.
A veces
(sólo a veces)
sientes cómo se desprende un trocito de corazón.
No demasiado
No una parte vital...
Un gesto pequeño.
Un daño menor, tan doloroso como cortarse la yema de los dedos con el filo de un papel.
Y te sorprendes de conservar
(todavía)
un corazón al que dañar.
(sólo a veces)
sientes cómo se desprende un trocito de corazón.
No demasiado
No una parte vital...
Un gesto pequeño.
Un daño menor, tan doloroso como cortarse la yema de los dedos con el filo de un papel.
Y te sorprendes de conservar
(todavía)
un corazón al que dañar.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Sin la menor importancia.
Y
de repente
amaneció en plena noche.
Sin darse la menor importancia.
(Como si ocurriese cada día)
de repente
amaneció en plena noche.
Sin darse la menor importancia.
(Como si ocurriese cada día)
viernes, 9 de diciembre de 2011
Shall we dance?
Venga, va, lo admito: No sólo veo programas basura en la tele, también disfruto con ellos. Considero que son los mejores programas de humor que pueden verse.
Me entusiasma especialmente el momento en el que cortan la acción que sea (un drama intenso, un momento de sinceridad, una señora mayor llorando, un tipo que acaba de descubrir que la tronista que "le flipa" se acaba de "dar el filete" con el porno-star de turno (de verdad, ignoraba que fuese un gremio tan extendido)... Lo que sea. Sabes que en cualquier momento, y con calzador, la presentadora va a introducir discretamente una cuña publicitaria "¿y sabes qué puede venirte bien para el disgusto, Ramón? ¿sabes cómo puedes olvidar el vídeo que acabas de ver en el que Sonia ha tenido tres orgasmos con Pablo? Pues esto se te pasa con un caqui Pérsimon! y ahora vamos a bailar!".
Yo me he quedado con la copla, y desde hace un mes llevo dos caquis de la variedad Pérsimon en el bolso, para limar asperezas.
Ya los he ofrecido dos veces, una vez desde el coche y otra enmedio de una agria disputa callejera, y me han dado ideas buenísimas para hacer con la fruta.
La gente, siempre ayudando.
Voy a bailar.
Me entusiasma especialmente el momento en el que cortan la acción que sea (un drama intenso, un momento de sinceridad, una señora mayor llorando, un tipo que acaba de descubrir que la tronista que "le flipa" se acaba de "dar el filete" con el porno-star de turno (de verdad, ignoraba que fuese un gremio tan extendido)... Lo que sea. Sabes que en cualquier momento, y con calzador, la presentadora va a introducir discretamente una cuña publicitaria "¿y sabes qué puede venirte bien para el disgusto, Ramón? ¿sabes cómo puedes olvidar el vídeo que acabas de ver en el que Sonia ha tenido tres orgasmos con Pablo? Pues esto se te pasa con un caqui Pérsimon! y ahora vamos a bailar!".
Yo me he quedado con la copla, y desde hace un mes llevo dos caquis de la variedad Pérsimon en el bolso, para limar asperezas.
Ya los he ofrecido dos veces, una vez desde el coche y otra enmedio de una agria disputa callejera, y me han dado ideas buenísimas para hacer con la fruta.
La gente, siempre ayudando.
Voy a bailar.
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