jueves, 22 de septiembre de 2011
martes, 13 de septiembre de 2011
La distancia adecuada.
Era la segunda vez que coincidíamos y seguíamos sin poder apartarnos el uno del otro.
Disfrazada de afinidad iba creciendo una intimidad mal disimulada.
Tocarnos hubiese sido la perdición, por lo que guardamos una insuficiente distancia que no nos atrevimos a cruzar salvo con la miradas, que mantenían un discurso paralelo al de las palabras.
Sólo al despedirnos las manos se independizaron de la razón y, en silencio, te acaricié la cara, sin quitarte los ojos de dentro. Tu repetiste el gesto.
No nos besamos como si no hubiese un mañana.
Disfrazada de afinidad iba creciendo una intimidad mal disimulada.
Tocarnos hubiese sido la perdición, por lo que guardamos una insuficiente distancia que no nos atrevimos a cruzar salvo con la miradas, que mantenían un discurso paralelo al de las palabras.
Sólo al despedirnos las manos se independizaron de la razón y, en silencio, te acaricié la cara, sin quitarte los ojos de dentro. Tu repetiste el gesto.
No nos besamos como si no hubiese un mañana.
sábado, 10 de septiembre de 2011
Mil palabras.
- No me mires así
-¿Así cómo?
-Como si quisieras que te besase...
-Entonces lo estoy haciendo bien.
-¿Así cómo?
-Como si quisieras que te besase...
-Entonces lo estoy haciendo bien.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Miénteme toda la verdad.
">
Si me mientes susurrando a fuego lento
justo aquí bien pegadita a mi boca
no sabré si golpearte con mis pechos
o si dejarme arrastrar noche abajo de nuevo,
hacia otra madrugada bohemia.
Reconozco que me enloquecen tus carnes...
Reconoce que te enamoran las mías.
Así que si me mientes casi dentro de mi boca,
te regalo el resto de mis días.
Y es que hay mentiras que sientan tan bien
que parecen verdades ocultas
con secretos que endulzan la hiel
de las noches más tremendas y más oscuras
Así que si me mientes,
miénteme bien,
porque hoy quiero engañarme de nuevo.
Ya no reino en esas noches orgullosas
... en las que acabo amaneciendo triste y sola.
Si me mientes susurrando a fuego lento
justo aquí bien pegadita a mi boca
no sabré si golpearte con mis pechos
o si dejarme arrastrar noche abajo de nuevo,
hacia otra madrugada bohemia.
Reconozco que me enloquecen tus carnes...
Reconoce que te enamoran las mías.
Así que si me mientes casi dentro de mi boca,
te regalo el resto de mis días.
Y es que hay mentiras que sientan tan bien
que parecen verdades ocultas
con secretos que endulzan la hiel
de las noches más tremendas y más oscuras
Así que si me mientes,
miénteme bien,
porque hoy quiero engañarme de nuevo.
Ya no reino en esas noches orgullosas
... en las que acabo amaneciendo triste y sola.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)